Te propongo un ejercicio de memoria. ¿Te animas? Cierra los ojos y piensa que estás paseando por las calles de tu ciudad o de tu barrio. ¿Hay alguna casa que recuerdes que se haya reformado recientemente? ¿Sí? ¿Podrías decirme cómo es la fachada?

Si me permites, me adelantaré: estoy casi convencida de que se trata de una fachada ventilada. ¿Por qué? Porque son, sin duda, la mejor solución en la actualidad para lucir, por un lado, un edificio bonito y, por otro, para ser coherente con las medidas de eficiencia energética que se busca en los últimos años, con el fin de que todos podamos contribuir al cambio climático.

Así las cosas, si en el edificio en el que vives estáis pensando en reformar vuestra fachada, tener en cuenta esta opción, puesto que es la más adecuada para lograr la calificación más alta en el Certificado de Eficiencia Energética que requieren todas las casas.

Con el objetivo de conseguir una mejora de energía en todos los países de Unión Europea, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo pide que todas las casas que vayan a ser alquiladas o compradas, cuenten con este certificado, que debe incluir todos los aspectos energéticos de la vivienda, pero también de los que tienen que ver con el propio inmueble.

Es obligatorio desde 2013 y para obtenerlo es necesario que se un técnico autorizado el que justifique que esa casa u edificio cumple con los requisitos que el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, estima.

Teniendo en cuenta que es básico que los edificios cumplan con la normativa vigente, qué mejor que optar por una solución innovadora y eficaz, como es el caso de las fachadas ventiladas.

Más allá de que estas fachadas se rehabiliten con revestimientos con un excelente aislamiento térmico y que esto ayude a reducir el uso de calefacción o aire acondicionado en los hogares, son muchas más las ventajas que las fachadas ventiladas ofrecen:

● La rapidez de instalación: lo que es bueno tanto para la empresa que lo instala (como es nuestro caso), como para el cliente que puede elegir entre una amplia variedad de acabados y que su fachada esté rehabilitada en mucho menos tiempo que otro tipo de reformas de fachadas.

● Se mantiene fácilmente: de hecho, no se requiere de grandes mantenimientos. Puede que alguna vez haya que sustituir alguna placa, pero se hace de manera sencilla. Además, también es muy resistente contra las inclemencias del tiempo y evita que el agua se filtre, por lo que su aspecto también se mantiene muy bien.

● De fácil limpieza: unido al punto anterior, las fachadas ventiladas se caracterizan por este otro aspecto. Su material hace que luche contra la corrosión y también contra la polución, que es la que muchas veces estropea el aspecto de las fachadas antes de tiempo.

● Muy resistente: lo que hace que se elimine el riesgo de que se caiga algún trozo de las piezas que la componen, algo que sí que puede suceder en otro tipo de fachadas, con los problemas que esto conlleva a nivel de seguridad ciudadana y de responsabilidad civil.

● Estética: es, sin duda, uno de los aspectos que más preocupa a los vecinos. En este caso y al haber tanta variedad de colores y ser tan fácil de colocar sus piezas, una estética bonita y acorde al propio edificio, está garantizada.

En resumen y como puedes comprobar con todos los puntos que te hemos comentado, las fachadas ventiladas son perfectas para gozar de un edificio estéticamente bello, en un tiempo reducido, sin miedo a que se desprendan las piezas con las que ha sido rehabilitada y con un fácil mantenimiento, que permite ahorrar dinero a sus propietarios.

En Ingevel somos expertos en la rehabilitación de fachadas, siendo las revestidas las más demandas en los últimos años. Será un placer para nosotros poder ofrecerte más información y asesorarte en tu caso concreto para que tu edificio también luzca la fachada revestida que tanto tú como el resto de vecinos estáis deseando. ¿Hablamos?